Declaración del PS Orden Nacional
“La lucha por la igualdad, aún cuando signifique emancipación de la Mujer, no puede referirse a ella solamente. Elevar a la mujer es elevar al niño, al hombre, a la familia, y a la humanidad.” Alicia Moreau de Justo
8 de Marzo, fijado por Naciones Unidas en 1975 como Día Internacional de las Mujeres retomando historias de lucha de mujeres trabajadoras textiles de Nueva York brutalmente reprimidas por protestar por condiciones dignas de trabajo.
8 de marzo, día para valorar los avances y manifestarse contra la persistente desigualdad entre varones y mujeres en el goce de derechos humanos fundamentales.
La desigualdad entre varones y mujeres en nuestra sociedad se explica en la existencia de un orden injusto, el patriarcado, este orden ha asignado roles y funciones diferenciadas para cada sexo, asignando luego una jerarquía subordinada al mundo femenino respecto del masculino.
La desigualdad a que nos referimos se basa, entre otras cosas, en la injusta apropiación del trabajo de cuidado de niños, niñas y otras personas dependientes en razón de su edad o condiciones de salud y del trabajo doméstico que realizan muy mayoritariamente las mujeres sin recibir por ello ninguna forma de compensación económica o de otro tipo.
Esta “división sexual del trabajo” limita la posibilidad de las mujeres de participar en el espacio público en reales condiciones de igualdad. La doble jornada de trabajo, fuera y dentro del hogar, es el obstáculo permanente que encuentran las mujeres a la hora de capacitarse, progresar en el empleo, o asumir responsabilidades en organizaciones de cualquier tipo ya sea sociales, políticas, sindicales, profesionales. Esta limitación no sólo plantea obstáculos materiales sino que opera también como mandato social, moldeando las expectativas de las mujeres a lo que se espera de ellas.
Por ello cada vez que una mujer se atreve a ocupar un lugar de los tradicionalmente masculinos aparecen voces preocupadas por el bienestar de los hijos o hijas o padres de esa mujer que no va a atenderlos como es su deber. Por ello cuando dos chicas son brutalmente asesinadas se remarca que viajaban “solas”, aunque iban juntas, se dice “solas” para señalar la transgresión de creer que pueden ser independientes del control masculino y salir al mundo a gozar las mismas libertades que ellos.
Los indudables avances en la apropiación de derechos civiles, políticos y sociales por parte de las mujeres en el último siglo, pueden llevar a pensar que se ha ganado la batalla o que al menos gran parte del camino está hecho. Pero la realidad nos muestra otra cara todos los días.
Basta observar la composición del poder ejecutivo nacional, de los gobiernos provinciales, las cámaras judiciales, las Universidades u organizaciones productivas y empresarias para dejar claro que las mujeres no llegan. Esta ausencia de mujeres en el ejercicio del poder determina la poca relevancia asignada a las situaciones que afectan fundamentalmente a las mujeres como la discriminación laboral, la falta de políticas públicas de cuidado, la ilegalidad del aborto con sus consecuencias, o la violencia sexista que mata en argentina una mujer cada 30 horas.
Es preocupante ver entonces cómo a pocos meses de asumido el nuevo gobierno nacional de Cambiemos se debilitan los avances que tanta lucha costaron al movimiento de mujeres y otros movimientos aliados. Se han registrado recortes en el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva que amenazan la provisión de anticonceptivos y tornan inviable sostener acciones de promoción de derechos o capacitación. En el mismo sentido se retrocede en el Programa de Educación Sexual Integral. Sigue sin constituirse el Consejo Federal contra la Trata. El actual Ministro de Salud de la Nación fue cuestionado por haber tratado de implementar en ciudad de Buenos Aires un protocolo para la interrupción del embarazo restrictivo de los derechos reafirmados por el Fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación respecto a los abortos no punibles. Finalmente respecto a las políticas para prevenir, atender y sancionar la violencia contra las mujeres no ha habido, más allá de la designación de personas comprometidas, ningún anuncio importante al respecto y comienza a preocupar que la línea nacional 144 de atención a víctimas de violencia se “aproveche” para otras tareas que nada tiene que ver con el objetivo específico.
Por tanto, las socialistas, seguiremos insistiendo con los puntos urgentes de la agenda pendiente que han sido señalados con claridad por miles de organizaciones sociales a lo largo y ancho del país:
- Elaboración de un Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres y los consecuentes Planes Provinciales.
- Asignación de Presupuestos adecuados para poder efectivizar las políticas públicas necesarias para atender a las víctimas y prevenir las distintas formas de violencia.
- Aprobación en el Congreso Nacional de la Ley de Interrupción del Embarazo, las muertes por abortos inseguros o denegados por el Estado también son violencia.
- Acceso efectivo de las mujeres a la justicia disponiendo patrocinio jurídico gratuito, capacitación en género de todos los operadores judiciales, adopción de protocolos que disminuyan los prejuicios sexistas en las causas judiciales que constituyen hoy el principal obstáculo para las víctimas y generan impunidad, cupo en la Corte Suprema.
- Establecimiento de los Observatorios de Violencia previstos por las Leyes a fin de contar con estadísticas y datos oficiales que permitan dimensionar la magnitud del problema, conocimiento imprescindible para mejorar la efectividad de las políticas públicas.
- Convocatoria al Consejo Federal contra la Trata previsto en la ley y no implementado.
Hoy, y todos los días, las y los socialistas reafirmamos nuestro compromiso de promover el reconocimiento y pleno goce y ejercicio de los derechos laborales, sociales, culturales, civiles, políticos y económicos de las mujeres en igualdad de condiciones con los hombres, por el pleno respeto y ejecución de los Derechos Humanos de la Mujer.
Lucrecia Aranda
Secretaria de las Mujeres
Partido Socialista
8 de Marzo, de 2016.-
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