Al maestro con pasión
En la celebración del «Día del Maestro» en Argentina, queremos recordar al compañero Alfredo Bravo, socialista, maestro, fundador de CTERA y militante por los Derechos Humanos, fue miembro fundador de Asamblea Permanente por los Derechos Humanos -APDH-.
A continuación, un extracto del «Proyecto de Resolución» del Senado de la Nación al cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento, firmado por Rubén Giustiniani.- Diana B. Conti.- Vilma L. Ibarra.-
Al terminar la primaria, Alfredo vislumbró su vocación docente e ingresó a la Escuela Normal Popular Mixta de San Martín, pasando luego al Normal de Avellaneda de donde egresaría con el título de maestro de grado.
Con tan solo 17 años, dejó de ser un simple habitué de la biblioteca socialista y se afilió al Partido. Un año después se inició en la docencia en una escuela rural. Aunque rica, esa experiencia fue breve; pues a poco de comenzada debió interrumpirla para incorporarse al servicio militar obligatorio. Tras su paso por los cuarteles, reinició su labor docente ya en la ciudad de Buenos Aires y paralelamente se incorporó a la Confederación de Maestros y Profesores donde aprendió el abecé del gremialismo de la mano de Italo Américo Foradori.
En 1956, Alfredo planteó discrepancias con la conducción socialista y fue expulsado del partido. Dos años mas tarde, sus compañeros del magisterio lo designan para desempeñase como corredactor del Estatuto del Docente, esa formidable herramienta legal que consagró los derechos y las obligaciones de los que enseñaban y acabó con los inmorales padrinazgos que hasta entonces hacían falta para ingresar a la docencia y ascender en la carrera profesional.
Hacia fines de los 60, en Argentina imperaba la dictadura militar encabezada por el general Juan C. Onganía y un séquito cívico militar que entre sus despropósitos pretendió imponer una reforma educativa de neto corte elitista que intentaba acabar con la histórica escuela primaria.
Junto a otros importantes dirigentes de la época, Bravo encabezó una lucha contra esa iniciativa dictatorial y en defensa de la escuela pública que unió en la acción al entonces fragmentado mapa gremial de los docentes y obligó al régimen a dar marcha atrás a su reforma.
Aquella experiencia convenció a muchos maestros y profesores de que si habían logrado unirse para derrotar el proyecto educativo de la dictadura, también podían y debían lograr su unificación gremial.
Bravo hizo suyo ese convencimiento y se lanzo a recorrer el país intentando vencer resistencias, alentar voluntades unificadoras y limar las diferencias en cuanto a la modalidad que debía adquirir esa unificación.
Ese largo trajinar por el país fructificó el 11 de septiembre de 1973, fecha en que nació la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA).
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Partido Socialista de Río Negro