Y el PT acusa «golpismo institucional»

Ayer por la noche, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó el impeachment a la presidenta Dilma Rousseff. La oposición, a la que el gobierno ha tildado de golpista, consiguió el número de votos necesarios para comenzar el proceso de destitución de la presidenta. Ahora, la medida pasará al Senado.

La oposición sostiene que la actual presidenta cometió irregularidades administrativas al aprobar gastos no estipulados en el Presupuesto nacional votado por el Congreso de Brasil con anterioridad. Sin embargo, el PT sostiene que se trata de un golpe institucional de la derecha política, representada por líderes no precisamente intachables. En la sesión, que por momentos pareció un espectáculo patético, diputados opositores votaron a favor de la destitución de Dilma amparándose en Dios , en la Iglesia y hasta defendiendo la dictadura militar de 1964. El diputado derechista Jair Bolsonaro fue todavía más lejos. Voto recordando la memoria del Coronel Carlos Alberto Ustra, torturador de la última dictadura militar brasileña.

José Guimaraes, líder del PT en Diputados, sostuvuvo que quienes vencieron en la votación son «los golpistas» pero aclaró que el gobierno no se dará por vencido. «En un momento como este tenemos que tener tranquilidad, humildad, hablar con el país.» – agregó. Además afirmó que «la lucha continúa en las calles y en el Senado».

El PT y la presidenta Dilma Rousseff han recibido la solidaridad de dirigentes políticos, sociales y sindicales del mundo entero frente al atropello a la institucionalidad del país. Las izquierdas del mundo y América Latina, acompañaron y acompañan a Dilma en estos duros momentos.

Fuente: La Vanguardia Digital